La propulsión híbrida combinada con autogás tiene un gran potencial. Es una garantía de fiabilidad, facilidad de mantenimiento, rentabilidad, comodidad y ecología. Viajar en un coche de este tipo en la ciudad es mucho más barato y económico que hacerlo en carretera.
La instalación de un sistema de gas en un coche híbrido ofrece un ahorro adicional. Ofrece ventajas reales incluso con poco kilometraje y también se aplica a los coches híbridos pequeños y compactos. En esta situación, el motor de combustión interna seguirá siendo la principal fuente de propulsión, pero además de gasolina, el vehículo funcionará con autogás, que es considerablemente más barato que la gasolina. Por lo tanto, el reembolso de la inversión de la instalación está garantizado y su calendario sólo depende del número de kilómetros recorridos.